El infanticidio que marco a Monterrey
El niño Hernán Marcelo Villarreal Urrutia, de 9 años, fue secuestrado en octubre de 1986 cuando salió del Colegio Regiomontano Contry, ubicado al sur de la ciudad. Los captores fueron Juan Carlos Pedrón Kury y Jorge Bochkavior Futivo, alias “El Ruso”, éste último un uruguayo de alta peligrosidad dado su elevado coeficiente intelectual de 160 y su comprobada sangre fría.
Ellos lo subieron, nunca se supo si con engaños o a la fuerza, a un automóvil Topaz blanco y lo llevaron del colegio lasallista hasta la tienda de helados Danesa 33 que estaba en Boulevard Acapulco y Avenidas Las Torres, hoy Lázaro Cárdenas, y ahí cambiaron el coche por un Volkswagen.
Bochkavior le inyectó a Hernán un centímetro cúbico de Ronpum, una sustancia que sirve para inmovilizar animales utilizada comúnmente para la cacería, pero antes de que se durmiera por el efecto del fármaco le grabó un mensaje: “Papá, mamá, estoy bien, vengan por mí, saludos a mis hermanos”.
Luego “El Ruso” ordenó a Pedrón Kuri, Anselmo Aboytes Franco y Nicolás Tamez Ramírez, otros cómplices, que mataran al niño, mientras él se retiraba a anunciar el secuestro a los padres de la víctima.
Entonces estrangularon con un cable eléctrico a Hernán y echaron su cadáver en un costal de ixtle en una noria, a unos 500 metros del camino a El Barrial, en Villa de Santiago.
A pesar de que ya habían asesinado al niño, Bochkavior pidió a sus padres un rescate de 100 millones de pesos y en los días siguientes continuó su farsa, hasta que unos trabajadores de la SAHOP descubrieron el cadáver el 4 de noviembre.
Nunca se supo por qué escogieron a Hernán, pues su familia no era tan acaudalada ni poseía propiedades ostentosas que pudieran haber seducido la avaricia de los raptores. La indignación entre los regiomontanos no tuvo límites y todavía el caso se recuerda como si hubiese ocurrido ayer, tal vez porque de alguna manera marcó el ingreso de una ciudad tranquila a la era del miedo y la inseguridad que prevalece en las grandes metrópolis.
Los asesinos fueron capturados en México unos días después y traídos a Monterrey, en donde se les procesó y sentenció a la pena máxima de 25 años, con excepción de Aboytes, a quien le impusieron 18 años de prisión.
En el caso de Bochkavior, él fue sentenciado además a 20 años de cárcel por el asesinato de Guillermina Garza en la Colonia Linda Vista, en Guadalupe, y su pena aumentó otros 8 años por el delito de robo de autos en San Nicolás.
Por si esto fuera poco, Bochkavior trató de fugarse del Centro de Readaptación Social de Apodaca, considerado uno de los más seguros de América Latina, en mayo de 1990, pero no lo consiguió. “El Ruso” acumuló una sentencia de 57 años de prisión, por lo que podría quedar libre hasta el año 2043; su condena la purga en un penal fuera de Nuevo León, a donde fue trasladado por su peligrosidad
Me despido
Mike

Muy buen post, hoy en la oficina comentábamos este caso. Yo tenía 10 años en aquel entonces y recuerdo como tú lo dices "como si fuera ayer" este caso. Ya que esto marcó un cambio en la libertad que los papás te daban, incluso para salira a la tienda.
ResponderEliminarSaludos.
coincido contigo,tenia yo la misma edad y el caso estremeció la ciudad. no nos dejaban ya salir tarde ni a la tienda. saludos.
ResponderEliminarTambién coincido, me consterné tanto teníamos la misma edad, se me hizo algo terrible la manera en que relataron la forma que lo hicieron.
ResponderEliminarRecuerdo muy bien, que vivía por mi casa y una persona que trabajaba con el papá del niño, interrogaron a todos se los llevó la judicial uno por uno, y los estuvieron interrogando, hasta que el socio del papá del niño, no pudo más y confesó que el lo hizo por envidia pero nada más quería darle un escarmiento y contesto a esos delincuentes pero el nunca autorizo aquello matarán, donde lo encontraron fue en un hueco muy pequeño y para que cupiera le tuvieron que quebrar todas sus huesitos y tan sádicos que le metieron una barilla por el recto, todo eso se lo hicieron cuando todavía no le hacía efecto lo que le inyectaron para dormir caballos, se supo el arresto de los asesinos pero no del actor intelectual
ResponderEliminarUna triste historia de un niño con sueños, que fue acabada por unas personas sin escrúpulos. Recuerdo muy bien todo, yo tenía 13 años y el periódico y noticias del momento hablaban de todo con respecto a este caso. Aún sigue en mi memoria desde aquel día. Me indigna hasta el día de hoy lo sucedido y me gustaría que hablarán más completo de la historia de el. Porque yo recuerdo muchísimo más de lo que se ha Publicado (yo quede en shock). Y para que padres en día enseñen a sus hijos a tener alarmas en una situación como está o parecida y puedan tener una oportunidad sobrevivir a algo tan atroz. 😔😔
ResponderEliminarUna triste historia de un niño con sueños, que fue acabada por unas personas sin escrúpulos. Recuerdo muy bien todo, yo tenía 13 años y el periódico y noticias del momento hablaban de todo con respecto a este caso. Aún sigue en mi memoria desde aquel día. Me indigna hasta el día de hoy lo sucedido y me gustaría que hablarán más completo de la historia de el. Porque yo recuerdo muchísimo más de lo que se ha Publicado (yo quede en shock). Y para que padres en día enseñen a sus hijos a tener alarmas en una situación como está o parecida y puedan tener una oportunidad sobrevivir a algo tan atroz. 😔😔
ResponderEliminaryo tenia 15 años y como no dolerte un caso asi aunque no los conozcas. recuerdo un audio que salio en las noticias en que el niño le hablaba a su padre
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